sábado, 6 de abril de 2013

Auto evaluación

Hace varios días que arrancamos con TRAL, admito que estuve muy silenciosa, pero no necesariamente ausente. El resumen de blogs es muy útil y permite que uno pueda hacer una breve lectura de cada entrada sin necesidad de acceder a cada blog, lo cual me permitió conocer un poco más a los integrantes y entender mejor la dinámica. Estuve observando que me resulta difícil traducir mis ideas (eso se evidencia con la falta de entradas en mi blog por casi 2 años), me quedo en el plano mental y luego, por vagancia o dudas sobre como plantear el tema, no escribo nada o no contribuyo con temas muy interesantes que otros comparten. Uno de los puntos del nivel 0 es hacer una autoevaluación y creo que mi gran desafío es romper con esa modorra mental y proponer construir y compartir contenido, bajar los pensamientos a papel, darle forma, anirmarme a ponerle una voz. Por lo pronto los niveles y la definición de actividades me ayuda mucho, y el hecho de de sentir una presencia permanente de la red, a través de los emails o twitter, me motiva. Una de las frases que más me quedó del video sobre APA es la importancia de la autonomía en el aprendizaje (y a la vez una de los aspectos que más me gustó de TRAL desde el principio), lo cual implica responsabilidad, y por ende riesgo. Es un cambio de perspectiva, donde nadie te obliga a nada, sin embargo uno quiere estar presente y agregar valor. justamente agegar valor es uno de los temas que más estuvo dando vuelta en mi cabeza estos días ya que en mi mundo laboral muchas cosas se definen por este concepto. Sin embargo, ¿qué significa agregar valor? En mi mundito, un ejemplo sería una mejora de proceso, que a su vez se traduce en mayores eficiencias, o en mejor clima laboral, o simplemente una mejor forma de hacer las cosas. Ahora para que ello suceda, y sobre todo que surja de una iniciativa individual, tiene que haber una motivación personal. Cada cual tendrá las suyas, pero hay que aceptar que no es fácil conocer esa/s motivación/es intrínsecas, esenciales ("core"), que nos empujan a dar ese paso extra sin esperar nada a cambio. Muchas veces una cree que es una cuestión de reconocimiento externo, o económico, eso puede ayudar pero no es sustentable en el tiempo. La claridad sobre los que nos motiva y nos impulsa a agregar valor en cada aspecto de nuestras vidas viene de adentro, del propio conocimiento de uno mismo. Y si a eso le sumamos la tarea de ayudar a otros en este camino de aprendizaje, uffff, doble o triple trabajo. Sin embargo, cuando la motivación es clara y uno asume esa responsabilidad como propia (con el riesgo asociado) como parte de su propio camino, las cosas se van acomodando. Como describe Caroline Casey en esta charla: "I simply needed vision and belief" Simplemente necesitaba visión y convicción ... y todo se acomodó.

domingo, 17 de marzo de 2013

Iniciando el camino TRAL

Me define el movimiento, soy inquieta, curiosa, en busca de nuevos aprendizajes ... y la danza me emociona, porque a través de ella me puedo expresar, mover y descubrir. TRAL es un espacio equivalente a la danza para mi, aún con mis limitaciones, me animo a explorarlo y experimentarlo. Para mi es la mejor forma de aprender, a partir de los disparadores, aquello que se queda impregnado en uno, a través de una sensación, de un pensamiento, de un recuerdo... Y que mejor que hacerlo acompañada de una red de gente, que también tiene estas mismas inquietudes sobre el aprendizaje. Asi como la expresión es una de mis características, también soy una persona de números muy racional. Soy Lic. en Administración egresada de la UBA y trabajo en una empresa multinacional en el área de energía y me dedico a mejora de procesos logísticos. Tengo la oportunidad de estar involucrada en actividades de capacitación dentro de la empresa y esos son los momentos que más disfruto. A su vez, colaboré mucho años como ayudante en la materia Dirección General de la carrera Lic. en Administración en la UBA y me dediqué a impulsar el programa de emprendedores. Fue una etapa muy divertida, de mucho aprendizaje personal. Una de las actividades que realicé, y que mayor aprendizaje me dejó, fue la organización del evento PILAS Buenos Aires en el 2009, donde un grupo de jóvenes emprendedores se embarcaron en un fin de semana de generación e intercambio de ideas de negocio, trabajo en equipo y mucha diversión. TRAL llegó en un momento donde estoy buscando un espacio diferente, muy diferente de la educación y las instituciones tradicionales, y parece ser un lugar donde uno puede crear, compartir y aprender a partir de sus propias necesidades e inquietudes, a su ritmo. A su vez, la tecnología y las redes suenan como algo conocido pero pienso que todavía no sabemos bien como usarlas y como transformalas en medios para nuestra propio y único camino de aprendizaje.

viernes, 10 de septiembre de 2010

domingo, 5 de septiembre de 2010

¿Qué es lo que nos motiva?



Strategic intuition

Un buen resumen del libro de William Duggan, "Strategic Intuition"

Igual no puedo evitar pensar que TED debería ser un espación de difusión de ideas propias, no ajenas ... o por lo menos si son ajenas hacer mención a la fuente

martes, 10 de agosto de 2010

Siddharta

Les dejo algunas frases del libro Siddharta de Herman Hesse:

No me pertenece juzgar la vida de los demás. Solo la mía, yo solo he de elegir, yo solo he de rehusar.

Quería vencer y librarme del Yo. Pero no podía vencerlo, sino engañarlo, no podía huir de él, sino solamente ocultarme ante él. ¡En verdad que nada ha ocupado tanto mi pensamiento como este mi Yo, este enigma de mi vivir, de que yo sea uno, separado y diferenciado de todos los demás, de que sea Siddharta! ¡Y de ninguna cosa en el mundo sé menos que de mi mismo, de Siddharta!

Pero ahora sus ojos liberados se detenían de esta parte de acá, veía y conocía lo visible, buscaba una patria en este mundo, no buscaba el ser, no apuntaba a ningún más allá.

No, tampoco este mundo del pensamiento estaba de este lado ni conducía a ninguna parte si se mataba el Yo accidental del pensamiento y del saber. Tanto los pensamientos como los sentidos eran cosas hermosas; tras ellas estaba oculto el último significado; importaba escuchar a las dos, jugar con las dos, ni despreciarlas a ambas ni sobreestimarlas: escuchar las voces secretas de su interior.

De cuando en cuando sentía en el fondo del pecho una voz apagada, mortecina, que amonestaba quedamente, que se quejaba débilmente, tanto que apenas la entendía. Después se daba cuenta por un momento de que llevaba una vida extraña, que hacía cosas pomposas, que no eran más que un juego, que estaba demasiado alegre y a veces sentía paz, pero que la propia vida se deslizaba sin embargo a su lado y no le rozaba. Y a veces se sobrecogía ante estos pensamientos y deseaba que le fuera concedido a él también el poder compartir la infantil actividad del día con pasión y con el corazón, vivir de verdad, trabajar de verdad, gozar y vivir de verdad, en lugar de estar allí sólo como un simple espectador.

La mayoría de los hombres, Kamala, son como hojas que caen del árbol, revolotean en el aire, vacilan y caen al suelo. Pero otros, unos pocos, son como estrellas que recorren un camino fijo, no les alcanza el viento y llevan en sí su propia ley y su propio rumbo.

Sólo se daba cuenta de que aquella clara y segura voz de su interior, que antes estaba despierta en él y siempre le había guiado en sus tiempos esplendorosos, ahora estaba muda

¡Cuánto tiempo hacía que no oía esta voz, cuánto tiempo que no alcanzaba una cima, qué llano y yermo su camino, cuán largos años sin un fin elevado, sin sed, sin exaltación, contentándose con pequeños placeres, y, sin embargo, siempre insatisfecho! Esta comedia se llamaba Sansara, un juego de niños, un juego encantador para ser jugado una vez, dos, diez veces. Pero ¿toda una vida?

¡Así estaba, tan perdido, tan confuso y abandonado de todo conocimiento, que había podido salir en busca de la muerte y había dejado alentar dentro de sí este deseo, este deseo infantil: encontrar la paz anulando su cuerpo!

Siddharta había cambiado, sin embargo, estaba renovado, notablemente despierto, gozoso y lleno de curiosidad

Recuerda, querido: pasajero es el mundo de las formas, pasajero, muy pasajeros, son nuestros vestidos y lo que cubre nuestros cabellos, y hasta nuestros cabellos y cuerpo mismos.

En esto precisamente consistía el encanto operado en él por el sueño y el Om, en que todo lo amaba, en que sentía un alegre amor por todo lo que veía. Y precisamente por esto ahora le parecía que si antes había estado tan enfermo era porque no había podido amar a nada ni a nadie

¡Después de tantos años de insensatez has vuelto a tener un arranque genial, has hecho algo, has oído cantar en tu pecho al pájaro y le has seguido!

Que el placer mundano y la riqueza no son cosa buena, ya lo aprendí de niño. Hace tiempo que lo sabía, pero hasta ahora no lo había comprendido.


 

lunes, 2 de agosto de 2010

El País bajo mi piel

La vida se encargó de enseñarme que no todo compromiso se tiene que pagar con sangre, o requiere el heroísmo de morir en la línea de fuego. Existe un heroísmo de la paz y el equilibrio, un heroísmo accesible y cotidiano que si bien no nos reta a la muerte, nos reta a exprimirle todas las posibilidades a la vida y a vivir no una, sino varias vidas a la vez. Aceptarse como un ser múltiple en el tiempo y el espacio, es parte de la modernidad y de las posibilidades actuales de quienes vivimos una era en que la tecnología puede usufructuarse como liberación en vez de rechazarse como alineación. Las aspiraciones humanas han perdido sus confines geográficos. En contacto con mis amigos, con la vida política de Nicaragua; siento que mi país pequeño se me ha vuelto portátil, cercano en la distancia, que el horizonte sigue siendo ancho y que soy yo quien decide los límites de mi quehacer.

Sigo siendo una ciudadana más del mundo, fervientemente convencida de que nuestro planeta sólo sobrevivirá equilibrando las absurdas desigualdades que lo separan. Vivida mi vida hasta este punto me atrevo a afirmar que no hay nada quijotesco, ni romántico en querer cambiar el mundo. Es posible. Es el oficio al que la humanidad se ha dedicado desde siempre. No concibo mejor vida que una dedicada a la efervescencia, a las ilusiones, a la terquedad que niega la inevitabilidad del caos y la desesperanza. Nuestro mundo, lleno de potencialidades, es y será el producto del esfuerzo que nosotros, sus habitantes, le entreguemos.

El futuro es una construcción que se realiza en el presente, y por eso concibo la responsabilidad con el presente como la única responsabilidad seria con el futuro. Lo importante, me doy cuenta ahora, no es que uno mismo vea todos sus sueños cumplidos; sino seguir, empecinados, soñándolos.


 

Gioconda Belli