Cuando terminé la carrera, me pasó algo que creo que es muy común entre los graduados... de repente me sentí abrumada por la cantidad de caminos que se abrían. Actividades artísticas, sociales, viajes, cambiar de trabajo ... y todas ellas valían la pena. De repente iba a tener ese tiempo soñado para dedicarme a muchas actividades que había suspendido, la sensación de tener esa libertad me llenaba de energía.
Así es como decido seguir como ayudante en la última materia de la carrera. Una materia y un equipo docente que me ayudó a descubrir algo mío que no conocía. Pensar en un proyecto propio, un emprendimiento... una palabra que hasta ese momento era muy lejana para mi. Tuve la fortuna de caer en este curso donde tenían un programa de emprendedores y a su vez tuve una segunda fortuna de integrar un muy buen equipo que me ayudó a potenciarme. Algo cambió en mi... "algo" empezó a despertarse.
Así es como decido involucrarme cada vez más en este mundo emprendedor que tanta inquietud me generaba, y cuantos más ejemplos escuchaba, mas se repetía en mi cabeza "por qué no?" Esa inquietud me llevó a investigar, conocer, entender cómo se formaban otros jóvenes emprendedores de otros países y observar la diferencia de cultura que en algunos casos favorecía la generación de proyectos y en otros no.
Así es como conozco a la Fundación Mundos E, que me llamó mucho la atención porque de repente alguien me estaba hablando en primera persona... YO, joven emprendedor... mmm .... Qué interesante pensé. De repente, me encontré dentro de una comunidad latinoamericana con intereses y necesidades similares a los míos. Esta Fundación propone programas vivenciales donde se aprende más allá del aula y de los conocimientos teóricos... digamos que ya había tenido suficiente de eso y quería experimentar algo distinto.
Así es como viajo a México y me involucro 100% en esta comunidad y descubro la importancia de generar redes, por qué no pensar en buscar ideas y socios en otro país? De repente Latinoamérica tomó una perspectiva en mi vida que no imaginaba, encontré en México una sociedad muy parecida a la nuestra, con jóvenes con inquietudes similares y una realidad social y económica similar. Viajar me abrió mucho la cabeza.
Así es como nace la posibilidad de organizar el evento PILAS Buenos Aires, por qué no??? El desafío era grande, la Fundación me daba todo su apoyo pero ellos no estaban aca en Buenos Aires, había que armar equipo y trabajar mucho... mejor dicho colaborar mucho. Siempre están las dudas personales, realmente estoy preparada para encarar algo asi? digamos que hasta ahora mi expertise había estado bastante lejos de lo que es un evento. 2009 no vislumbraba como el mejor año para generar algo nuevo, crisis primero ... después gripe porcina, sin embargo sentía muchas ganas de experimentar el "¿por qué no??? "
Así es como fiel a mi perfil de licenciada, traté de calcular los riesgos y poner en práctica mucho de lo que predicaba... la realidad es que, como diría un profesor muy querido, los planes están para no cumplirse... y lamento contarles que asi es. Al principio es como una sensación de montaña rusa, como vertiginosa, uno no sabe bien donde está parado pero empuja y empuja... creo que con el tiempo esa sensación se va moderando o bien uno empieza a convivir con ella.
