sábado, 3 de octubre de 2009

El hombre en busca de sentido


Las personas de mayor sensibilidad, acostumbradas a una rica vivencia intelectual, sufrieron muchísimo, sin embargo, el daño inflingido a su ser íntimo fue mucho menor, al ser capaces de abstraerse del terrible entorno y sumergirse en un mundo de riqueza interior y de libertad de espíritu. Sólo asi se explica la aparente paradoja de que, a menudo, los menos fornidos parecían soportar mejor la vida en el campo que los de constitución más robusta.


El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre. Intuí como un hombre, despojado de todo,puede saborear la felicidad -aunque solo sea un suspiro de felicidad - si contempla el rostro de un ser querido.

El amor trasciende la persona física del ser amado y encuentra su sentido más profundo en el ser espiritual del otro, en su yo íntimo.

Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas- la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino - para decidir su propio camino.

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